El principio de beneficencia, me parece interesante, sobretodo en nuestro ámbito de psicología clínica, ya que, consiste en actuar en beneficio de otros, es decir promover el bienestar, su salud mental, aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida del individuo, pero esto se debe hacer de forma competente, con profesionalismo, conocimiento adecuado e informado sobre el tema primando el respeto y compromiso ético.
Un claro ejemplo seria un psicólogo que trabaja con un niño que tiene ansiedad escolar, por lo cual, para atenderlo, evalúa tanto sus síntomas como su entorno familiar y escolar, posteriormente diseña un plan de tratamiento que incluye técnicas de relajación y exposición progresiva al aula con el objetivo de reducir su sufrimiento, promover su adaptación académica y emocional, predominado el bienestar del niño.