El diagnóstico fisioterapéutico es el resultado del proceso de valoración que realiza el fisioterapeuta para identificar alteraciones del movimiento y la función del cuerpo que afectan la salud y calidad de vida del paciente. A diferencia del diagnóstico médico (que se centra en la enfermedad), el diagnóstico fisioterapéutico se enfoca en disfunciones del sistema musculoesquelético, neurológico, respiratorio o funcional.
Características del diagnóstico fisioterapéutico:
Funcional: Identifica limitaciones del movimiento, fuerza, coordinación, postura, dolor, etc.
No médico: No etiqueta enfermedades, sino que describe cómo afectan al movimiento.
Individualizado: Se adapta a la condición y entorno de cada paciente.
Basado en evidencia: Deriva de la historia clínica, pruebas funcionales, observación y mediciones.
Componentes del diagnóstico fisioterapéutico:
Problema principal (dolor, debilidad, rigidez, etc.)
Factores contribuyentes (postura, biomecánica, estilo de vida)
Limitaciones funcionales (incapacidad para agacharse, caminar, trabajar)
Capacidades preservadas (recursos funcionales útiles para el tratamiento)