En los embarazos complicados con preeclampsia, se produce una alteración profunda en el desarrollo y función de la placenta, especialmente durante las etapas iniciales del embarazo. El principal mecanismo alterado es el proceso de remodelación de las arterias espirales uterinas, el cual es fundamental para garantizar un flujo sanguíneo adecuado hacia la placenta.
Remodelación incompleta de las arterias espirales
En un embarazo sano, las células trofoblásticas extravillosas invaden las arterias espirales del útero materno, transformándolas en vasos de gran calibre y baja resistencia. Esto asegura un adecuado flujo sanguíneo hacia la placenta y el feto.
En preeclampsia, esta remodelación es defectuosa o incompleta, lo que genera isquemia placentaria crónica (flujo sanguíneo deficiente) y estrés oxidativo.-
Desequilibrio entre factores angiogénicos y antiangiogénicos
La placenta isquémica produce un exceso de factores antiangiogénicos como el sFlt-1, que antagoniza a los factores proangiogénicos como VEGF y PlGF. Esto genera daño endotelial sistémico en la madre, provocando hipertensión, proteinuria y otras manifestaciones clínicas de la enfermedad. -
Estrés oxidativo y liberación de micropartículas trofoblásticas
El ambiente hipóxico de la placenta estimula la producción de radicales libres y la liberación de micropartículas trofoblásticas a la circulación materna, lo que incrementa la inflamación y la disfunción vascular.
(Roberts & Hubel, 2009, en Lancet)