Desde mi punto de vista, los estudiantes con necesidades específicas sí pueden ingresar a cualquier institución educativa, siempre que esta esté comprometida con la educación inclusiva y cuente con el apoyo adecuado. No es necesario que vayan a una institución especializada, a menos que su condición sea tan compleja que realmente lo requiera por temas de atención médica o terapéutica constante.
Creo firmemente que todas las escuelas deberían estar preparadas para atender la diversidad, porque la inclusión no significa simplemente aceptar a todos, sino hacer los cambios necesarios para que todos puedan aprender y desarrollarse. Esto implica adaptaciones curriculares, formación docente, apoyo psicológico y trabajo conjunto con las familias. Sin embargo, reconozco que la realidad muchas veces es distinta no todas las instituciones tienen los recursos, la formacion o la voluntad para incluir verdaderamente.
Por eso, aunque en teoría cualquier estudiante puede ingresar a cualquier escuela, en la práctica muchas veces no se garantiza una educación digna y de calidad.