Considero que todas las técnicas que hemos visto son valiosas y pueden ser efectivas, dependiendo del tipo de paciente, los síntomas que presenta y el contexto en el que se encuentra. Sin embargo me parece interesante la escucha activa, porque permite crear un espacio de confianza donde el paciente se siente escuchado, comprendido y sin ser juzgado. Esto facilita la comunicación y fortalece la relación entre el terapeuta y el paciente. También destaco la psicoeducación, ya que ayuda al paciente a entender lo que le pasa, reduce su ansiedad, lo motiva a seguir el tratamiento y le da herramientas para enfrentar sus dificultades con más seguridad.
Otra técnica que considero muy efectiva es la reestructuración cognitiva ya que consiste en identificar y cambiar pensamientos negativos o poco realistas por otros más adecuados y útiles. Al modificar la forma en que una persona piensa, también se pueden mejorar sus emociones y conductas. Esta técnica es especialmente útil en personas con ansiedad, tristeza o baja autoestima, donde los pensamientos negativos suelen ser muy frecuentes y limitantes.