La importancia del proceso investigativo es el generar conocimientos que permiten comprender mejor la realidad, identificar problemas y proponer soluciones basadas en evidencias. La investigación impulsa el avance en campos clave como la salud, la educación, la ciencia, la tecnología y el medio ambiente, contribuyendo así al bienestar colectivo.
Además, fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de análisis, lo que fortalece la toma de decisiones tanto a nivel individual como institucional. Gracias a la investigación, las sociedades pueden adaptarse a los cambios, innovar y mejorar continuamente. En resumen, investigar no solo aporta conocimiento, sino que transforma positivamente la vida de las personas y permite construir un futuro más justo y sostenible.