Radica en su capacidad para transformar ideas en acciones concretas que tienen un impacto positivo y duradero en el mundo. Se trata de un elemento fundamental para el desarrollo y el crecimiento de la humanidad, porque proporciona los conocimientos necesarios para adaptarse y enfrentar los continuos desafíos que se presentan.
Desde la Antigüedad, la búsqueda de respuestas ha impulsado a las personas a explorar y analizar el mundo. A través de la observación y el razonamiento, las diferentes sociedades crearon nuevos conocimientos con los que pudieron resolver problemas, mejorar su organización e innovar su manera de hacer las cosas.
Para la ciencia, la investigación es la llave para la comprensión y el descubrimiento. Permite a los especialistas validar teorías, desarrollar nuevas tecnologías y mejorar la calidad de vida de las personas. Además, la investigación influye en la formulación de políticas públicas, en la educación, en la organización económica y en la toma de decisiones.