El proceso de investigación es fundamental porque permite generar conocimiento confiable, estructurado y basado en evidencia. A través de este proceso, se pueden identificar problemas, formular hipótesis, recolectar datos, analizarlos y llegar a conclusiones que contribuyen a resolver situaciones concretas o ampliar la comprensión sobre un tema.
Además, la investigación fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de tomar decisiones informadas. Ya sea en el ámbito académico, científico, social o empresarial, investigar ayuda a innovar, mejorar prácticas existentes y sustentar cambios con fundamentos sólidos.