Desde mi punto de vista, una de las principales dificultades radica en las diferencias que existen entre cada postura ética y en lo complicado que resulta para cada persona encajar en ellas. Esto se debe en gran parte a los valores y normas que nos inculcaron desde pequeños y que hoy seguimos aplicando en nuestra vida diaria. Aunque cada principio ético tenga su propia teoría, veo que llevarlos a la práctica en el mundo real no es nada sencillo, ya que suelen volverse bastante subjetivos cuando intentamos aplicarlos. Esto me lleva a un proceso personal de reflexión y crecimiento. Al analizar las distintas bases de la ética, noto que también surgen muchos conflictos internos, pues me hacen cuestionar mis propias creencias, valores, emociones y maneras de actuar. Me doy cuenta, sobre todo, de que no siempre existe una única respuesta correcta. Cada corriente ética ofrece una perspectiva diferente, y eso a veces me genera inseguridad o frustración al momento de tomar decisiones que pueden impactar profundamente a otras personas.