El currículo es el conjunto de experiencias de aprendizaje que una institución educativa organiza de manera intencional para lograr determinados fines formativos. Representa lo que se espera que los estudiantes aprendan a lo largo de su trayectoria escolar, incluyendo conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Este documento orienta el proceso educativo y define los aprendizajes esenciales por niveles, grados o ciclos, así como los enfoques pedagógicos que los sustentan.
Por su parte, el diseño curricular es el proceso mediante el cual se estructura y organiza el currículo. Implica tomar decisiones técnicas y pedagógicas sobre los objetivos educativos, los contenidos, las competencias, los métodos de enseñanza, los recursos y la evaluación. El diseño curricular puede elaborarse a nivel nacional, regional o institucional, y responde tanto a políticas educativas como a las necesidades del contexto social y cultural.
Finalmente, la planificación curricular consiste en la concreción del currículo en acciones específicas dentro del aula o de la institución educativa. Esta planificación es realizada principalmente por los docentes, quienes adaptan los lineamientos curriculares a su realidad particular. A través de la planificación curricular, se organizan actividades, estrategias pedagógicas, materiales y criterios de evaluación para asegurar que los aprendizajes previstos en el currículo se desarrollen de manera efectiva.
En síntesis, el currículo establece qué se debe enseñar, el diseño curricular determina cómo se organiza ese contenido, y la planificación curricular define cómo se pone en práctica en el aula.