La didáctica del entorno natural y social es fundamental en la educación inicial y básica, ya que permite que los niños comprendan e interpreten el mundo que los rodea. Uno de los principales fundamentos analizados es el enfoque integral, que propone una enseñanza conectada con la vida cotidiana de los estudiantes, permitiendo aprendizajes significativos a través de experiencias reales y contextualizadas.
Otro fundamento importante es la interdisciplinariedad, ya que al abordar los contenidos del entorno natural y social se pueden integrar áreas como la ciencia, la historia, la geografía y la educación ambiental, fomentando una visión más completa y crítica de la realidad.
Se destaca el rol del docente como guía del aprendizaje, quien debe diseñar estrategias y actividades que despierten la curiosidad, el asombro y el deseo de aprender, promoviendo siempre el respeto y cuidado del entorno.