En mi punto de vista, considero que si debería permitirse el aborto legal en casos de embarazos en adolescentes, incluso si no hay violencia sexual de por medio. Muchas adolescentes no cuentan con la madurez, estabilidad emocional ni los recursos necesarios para asumir una maternidad responsable. Forzarlas a continuar con un embarazo no deseado puede afectar su salud física y mental, así como limitar seriamente su futuro educativo y personal. Además, garantizar el acceso a un aborto legal y seguro evita que recurran a prácticas peligrosas. Es importante que puedan tomar decisiones sobre su cuerpo y su vida, acompañadas de orientación médica y emocional adecuada.