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Quito 11 de abril ,2025
En estos últimos años, los ecuatorianos hemos aprendido a vivir en medio de la delincuencia, volviéndose esta algo “normal”. Los gobiernos no han permitido que nuestra Policía Nacional actúe con firmeza contra la delincuencia. El no poder usar sus armas por miedo a las consecuencias se ha apoderado de ellos. Los delincuentes, mejor armados y respaldados por los derechos humanos, se han convertido en una barrera para la justicia.
Paco Morales, un servidor de la ley, el 25 de marzo impidió un asalto en un transporte público (bus), arremetiendo contra dos de los cuatro delincuentes que realizaban el robo, acabando con sus vidas. Esto fue un acto heroico para los ciudadanos, pero para la justicia terminó en su detención. Es una pena que los delincuentes parezcan tener más derechos que todos.
El policía salvó a personas inocentes, pero estaba siendo juzgado por homicidio. Gracias al presidente Noboa y al indulto que se le otorgó al oficial, se le está dando relevancia a la verdadera justicia ecuatoriana.