El término "currículo" proviene del latín currere ("carrera" o "recorrido") y en su sentido educativo se refiere al conjunto de experiencias planificadas para el aprendizaje. El currículo surgió en Grecia y Roma con la paideia y las artes liberales. En la Edad Media, se centró en la religión y la memorización. Era un modelo rígido, controlado por instituciones eclesiásticas.
Con la industrialización, se estandarizó para formar trabajadores. Dewey impulsó el aprendizaje experiencial, mientras la teoría crítica lo cuestionó como herramienta de poder. Luego, el enfoque por competencias dominó fines del siglo XX.
Hoy es dinámico, integrando TIC, habilidades blandas y multiculturalidad. Busca personalizar el aprendizaje y responder a cambios globales. Su evolución refleja la tensión entre tradición e innovación educativa.