La comunicación política es fundamental en los contextos democráticos actuales porque nos permite que exista una relación entre los ciudadanos, los líderes y las instituciones del Estado. Gracias a ello, los gobiernos pueden informar sus decisiones, justificar sus políticas públicas y generar consensos, mientras que la ciudadanía puede expresar sus demandas, ejercer su derecho al voto informado y fiscalizar el poder.
Un ejemplo reciente en Ecuador fue durante la crisis de seguridad de enero de 2024, cuando el presidente Daniel Noboa declaró “conflicto armado interno”. Su equipo de comunicación difundió rápidamente mensajes, cadenas nacionales y publicaciones en redes sociales para informar, justificar y buscar apoyo. Esta estrategia política logró calmar a una parte de la ciudadanía, aunque también generó críticas sobre el uso excesivo de la fuerza.