La comunicación política va de la mano del ejercicio del poder. Gobiernos, partidos, lideres, medios y ciudadanía se comunican de na forma constante en un ecosistema en el que se busca mantener el poder. Este proceso es indispensable para la democracia , donde el poder debe ser justificado públicamente, las decisiones debidas y sobretodo la participación ciudadana.
Además, la comunicación política cumple un rol central en la gobernabilidad democrática, ya que permite a los gobiernos informar sus acciones, promover sus políticas y generar acuerdos. Asimismo, los ciudadanos pueden ejercer control y vigilancia mediante el voto, la opinión pública y la movilización, son herramientas que se expresan a través de los canales comunicacionales tanto formales como informales.
En un entorno mediático saturado y con una evolución constante, marcado por el auge de la democracia digital, la comunicación política también tiene una dimensión estratégica. Los medios filtran y editorializan la información política, operando incluso como actores políticos con agendas propias. Por eso, comprender las dinámicas de esta rama de la comunicación es fundamental para así interpretar mensajes, evaluar críticamente los discursos y detectar estrategias del poder.
En conclusión, sin comunicación política eficaz, ética y transparente, la democracia pierde uno de sus pilares fundamentales.