1. ¿Te comerías los pulpos que vengan de estas granjas?
No, sinceramente no me sentiría cómoda comiéndolos. Después de conocer cómo se lleva a cabo la crianza y el sacrificio de los pulpos en estas granjas, los pulpos son animales extremadamente inteligentes, con capacidades cognitivas complejas, memoria a largo plazo, e incluso rasgos de personalidad. Criarlos en condiciones de hacinamiento, privados de estímulos naturales, y luego sacrificarlos mediante congelación en agua helada, un método que muchos expertos consideran lento y doloroso, va en contra de lo que yo considero un trato justo hacia los animales.
2. ¿Si tuvieras un negocio de venta de pulpos, venderías estos pulpos si te costaran la mitad de su precio normal?
No los vendería, aunque el ahorro en costos fuera considerable. Como emprendedor o comerciante, entiendo que el precio es importante, pero también creo que la responsabilidad s ética deben ser parte del modelo de negocio. Vender productos que se obtienen mediante métodos cuestionados por expertos en bienestar animal podría dañar no solo mi conciencia, sino también la imagen del negocio frente a un público cada vez más consciente del origen de lo que consume.