Los principios fundamentales de la ética en la investigación se basan en el respeto por las personas, lo que implica obtener su consentimiento informado antes de que participen. También es importante actuar con beneficencia, buscando siempre el bienestar de los participantes y minimizando riesgos o daños.
La justicia es otro principio clave, garantizando que los beneficios y cargas de la investigación se distribuyan de manera equitativa.
La integridad juega un papel fundamental, ya que se debe ser honesto y transparente en la recopilación y presentación de los datos.
Finalmente, la confidencialidad asegura que la información personal de los participantes sea protegida. Estos principios permiten que una investigación sea ética y confiable.