El agrado es el sentimiento positivo que una persona nos genera: nos cae bien, nos parece simpática o sentimos gusto al hablar con ella. Cuando sentimos agrado, la comunicación fluye mejor, hay más atención y más apertura para escuchar. El agrado se genera con una sonrisa, un buen trato, amabilidad o un comentario respetuoso.
Ejemplo práctico:
Sentí mucho agrado cuando conocí a mi nuevo compañero, porque fue muy amable y me saludó con una sonrisa sincera.