Los adaptadores son un tipo de comportamiento no verbal inconsciente que forma parte de la comunicación kinésica. Se manifiestan a través de movimientos repetitivos o automáticos que las personas realizan con el cuerpo, como tocarse el cabello, cruzar los brazos etc. y suelen estar relacionados con la gestión de emociones como el nerviosismo, la incomodidad o la ansiedad. Aunque no son gestos comunicativos intencionales, los adaptadores pueden revelar el estado emocional interno de una persona y son clave para interpretar con mayor profundidad el mensaje global que transmite su cuerpo.
Ejemplo:
Los adaptadores son como los tics de un actor fuera de escena: aunque no forman parte del guion, revelan lo que siente en ese momento. Por ejemplo, si un estudiante empieza a mover su bolígrafo sin parar o se muerde las uñas durante una exposición oral, su cuerpo puede estar expresando ansiedad, aunque intente mostrarse tranquilo con las palabras. Identificar este tipo de señales permite comprender mejor la comunicación emocional no verbal.