Definición: Proceso mediante el cual el cuerpo se ajusta a
los estímulos del entrenamiento, resultando en cambios funcionales y/o
estructurales que mejoran el rendimiento y la eficiencia.
Tipos de adaptación:
Adaptación aguda: Son respuestas inmediatas del organismo a
un estímulo, como el aumento de la frecuencia cardíaca al iniciar el ejercicio.
Adaptación crónica: Son cambios a largo plazo en la
estructura y función del cuerpo, como el aumento de la masa muscular o la
mejora de la capacidad pulmonar.
Adaptación estructural: Cambios físicos en el cuerpo, como
el aumento de la masa muscular o el crecimiento del corazón.
Adaptación fisiológica: Cambios en el funcionamiento interno
del cuerpo, como la mejora de la capacidad del corazón para bombear sangre o el
aumento de la eficiencia metabólica.
Adaptación conductual: Cambios en el comportamiento del
deportista, como la mejora de la técnica o la adopción de estrategias más
eficientes.
Contexto deportivo: Es fundamental tanto para personas con
discapacidad como para atletas sin ella. Se refiere a las modificaciones en las
reglas, el equipamiento, o las técnicas para permitir la participación en un
deporte de manera segura y efectiva, o para mejorar el rendimiento y la
adaptación al entrenamiento.
Importancia fisioterapéutica: La adaptación es fundamental
para el progreso deportivo, ya que permite al cuerpo tolerar cargas de
entrenamiento cada vez mayores y alcanzar niveles de rendimiento superiores.
Fuente consultada: González-Boto, R., Molinero, O.,
Martínez-García, R., de Andrade, A., & Márquez, S. (2006). LA ADAPTACIÓN EN
EL DEPORTE Y SU RELACIÓN CON EL SOBREENTRENAMIENTO. Cuadernos de Psicología del
Deporte, 6(1). Recuperado a partir de https://revistas.um.es/cpd/article/view/112591