SANCHEZ TIBANQUIZA KAREN XIOMARA

Luz América Tibanquiza Apo

de SANCHEZ TIBANQUIZA KAREN XIOMARA - martes, 27 de mayo de 2025, 23:11
 

                                             

Les presento a Luz América Tibanquiza Apo, una mujer de 51 años de edad que reside en Puñachizac, un pequeño barrio rural del cantón Quero. Forma parte de una familia de cuatro integrantes, su esposo y sus dos hijos y principalmente se dedica a las labores agrícolas.

En el año 2007, aproximadamente tres meses después del nacimiento de su segundo hijo, acudió al dispensario del Seguro Campesino de su localidad por una pérdida parcial de movilidad en las extremidades inferiores. Tras recibir tratamiento farmacológico sin experimentar mejoría, optó por suspender la atención en los servicios públicos de salud y buscar ayuda en un consultorio médico privado.

Luego de una serie de exámenes para determinar la causa del problema, el profesional identificó que la afectación neuromuscular se debía a una descompensación posterior al parto, originada por la falta de cuidados adecuados durante el puerperio. No obstante, durante el proceso diagnóstico también se detectó de forma incidental la presencia de hipotiroidismo.

Debido a ello, acude nuevamente al dispensario del Seguro Campesino, donde fue derivada al IESS de Ambato y, posteriormente, al IEES de la ciudad de Riobamba, donde se encontraba disponible la especialidad de Endocrinología. En esta unidad de salud inició su tratamiento y, tras nuevos estudios y ecografías, se le diagnosticaron dos quistes microscópicos en el lado derecho del cuello. Como parte del manejo clínico, se le prescribió levotiroxina sódica de 100 microgramos diarios en ayunas, además de recomendaciones dietéticas específicas para evitar alteraciones en su patología tiroidea. También se le indicó asistir a controles médicos cada tres meses para el seguimiento y ajuste del tratamiento.

Durante el curso del tratamiento, se presentó la pandemia por COVID-19, lo que ocasionó que la paciente dejara de acudir a sus controles por temor al contagio, aunque continuó con la ingesta de la medicación indicada. Una vez que la situación sanitaria se estabilizó, fue referida desde el dispensario del Seguro Campesino al IESS de Latacunga, debido a que la especialidad de Endocrinología ya no estaba habilitada en Riobamba. En esta nueva unidad médica retomó su tratamiento de manera rigurosa.

Después de dos años de seguimiento, durante uno de sus controles trimestrales se evidenció una notable mejoría: los quistes en el cuello habían desaparecido. A raíz de esto, el endocrinólogo ajustó la dosis a levotiroxina sódica a 75 microgramos diarios, y los controles pasaron a ser anuales.

En su último control, los signos vitales registrados fueron los siguientes:

Talla: 1,49 m, Peso: 58 kg, Temperatura: 36,2 °C, Presión arterial: de 104-64 mmHg

Aunque su condición ha mejorado notablemente gracias a la desaparición de los quistes, aún presenta dificultades para mantener una alimentación adecuada y, en ocasiones, olvida tomar su medicación. Esta situación le provoca episodios de cansancio severo, cambios de humor frecuentes y descompensaciones generales. Por ello, requiere acompañamiento continuo por parte del personal de enfermería, especialmente en el área de educación alimentaria y adherencia al tratamiento, con el fin de mejorar su calidad de vida y eliminar los síntomas residuales.

 


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