Es esencialmente
una evaluación externa, que se materializa cuando cada persona, en
correspondencia con su patrón de resultados, evalúa a otro(s); […]se considera
como la evaluación que realizan los estudiantes sobre la actuación del docente,
su trabajo y rendimiento y se diferencia de la coevaluación porque el evaluado
y los evaluadores corresponden a diferentes niveles jerárquicos y por ende no
cumplen las mismas funciones. (Fernández y Vanga, 2015, p. 9)
Referencia
bibliográfica
Fernández
Sotelo, A., & Vanga Arévalo, M. G. (2015). Proceso de autoevaluación,
coevaluación y heteroevaluación para caracterizar el comportamiento estudiantil
y mejorar su desempeño. Revista San Gregorio, 1(9),
6–15. https://doi.org/10.36097/rsan.v1i9.52