El contenido de la conferencia se vincula con la unidad N.2 del sìlabo, al abordar cómo las lipoproteínas participan en el transporte y regulación del colesterol, un componente esencial en la estructura de membranas celulares. El papel de la LDL como vehículo principal de colesterol hacia los tejidos explica por qué su exceso favorece la formación de placas ateroscleróticas. En cambio, la HDL, aunque tradicionalmente considerada cardioprotectora, ha demostrado tener una funcionalidad más compleja de lo que indican sus niveles en sangre. Esta evidencia nos invita a reflexionar sobre cómo los procesos bioquímicos no solo deben entenderse en términos de concentración, sino también en relación con su eficiencia biológica. Además, el análisis de los tratamientos hipolipemiantes muestra cómo el conocimiento del metabolismo lipídico ha permitido el diseño de terapias dirigidas, integrando así la bioquímica con la práctica médica.