Declaran estado de emergencia regional en Zamora Chinchipe y Napo por intensas lluvias
04/07/2025
El 4 de julio de 2025, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) declaró el estado de emergencia regional en las provincias de Zamora Chinchipe y Napo por un período de 45 días. Esta medida fue una respuesta directa a las intensas lluvias que han azotado la región amazónica de Ecuador, provocando desbordamientos de ríos, deslizamientos de tierra y daños significativos a infraestructuras esenciales. La declaración subraya la vulnerabilidad inherente de las comunidades amazónicas frente a los fenómenos climáticos extremos y la urgencia de una respuesta coordinada para mitigar sus impactos.
La Amazonía ecuatoriana, una región de inmensa biodiversidad y riqueza cultural, se encuentra también en la primera línea del cambio climático. Las lluvias torrenciales, si bien son parte del ciclo natural de la selva, han aumentado en intensidad y frecuencia, superando la capacidad de resiliencia de los ecosistemas y las infraestructuras humanas. La mención de daños a viviendas, servicios básicos, la red vial y sistemas estratégicos como el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) resalta la compleja interconexión entre la naturaleza y las actividades humanas en la región. Un evento climático no solo afecta la vida de las personas, sino que también interrumpe la infraestructura vital para la economía nacional y la provisión de servicios esenciales.
La declaración de emergencia por parte de la SNGR, en cumplimiento de las resoluciones del Comité de Operaciones de Emergencia Nacional, demuestra un mecanismo establecido para la gestión de crisis. La movilización prioritaria de recursos financieros, técnicos y humanos es crucial en estas situaciones. Esto no solo implica una inyección de fondos, sino también la coordinación de expertos y equipos de rescate para atender a las poblaciones afectadas. La activación de los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) a nivel territorial es un paso fundamental para descentralizar la respuesta y asegurar que las acciones se adapten a las necesidades específicas de cada localidad.
Las áreas de enfoque de los COE —alertas tempranas, evacuaciones preventivas, atención humanitaria, alojamiento temporal y rehabilitación de servicios— delinean un plan de acción integral. Este enfoque proactivo, que incluye alertas tempranas y evacuaciones, es vital para salvar vidas y reducir el impacto humano de los desastres. Sin embargo, la efectividad de estas medidas depende en gran medida de la preparación de la comunidad y de la confianza en las instituciones.
Además, la dependencia de infraestructuras críticas como los oleoductos, que son vulnerables a estos eventos, subraya la necesidad de una planificación estratégica que contemple la resiliencia climática en el diseño y mantenimiento de tales sistemas.
La explotación de recursos naturales y la construcción de infraestructuras pueden, en ocasiones, agravar la vulnerabilidad de la región frente a desastres naturales. Una gestión de riesgos verdaderamente efectiva debe ir de la mano con políticas de desarrollo sostenible que minimicen el impacto ambiental y fortalezcan la resiliencia de las comunidades.
Bibliografía
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