La polémica en Perú porque la presidenta, Dina Boluarte, se duplicó el sueldo.
Fecha: 03 de julio de 2025
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, emitió un decreto que duplica su salario mensual de 16.000 soles (US$4.500) a 35.500 soles (US$10.000), argumentando una "equiparación" con los sueldos de otros once mandatarios latinoamericanos. El ministro de Economía, Raúl Pérez Reyes, justificó el aumento señalando que Perú ocupaba el puesto 11 entre 12 países en remuneración presidencial, solo por encima de Bolivia, sin embargo, no especificó los países incluidos en la comparación ni detalló la metodología. Este incremento ocurre en un contexto de impopularidad histórica de Boluarte, con una aprobación del 3%, y críticas por investigaciones pendientes sobre uso indebido de regalos de lujo y negligencia durante ausencias médicas. El nuevo salario es 35 veces superior al salario mínimo peruano (1.025 soles/US$288), generando indignación en redes sociales y protestas callejeras, como el reciente apedreamiento de su vehículo en Arequipa .
El aumento refleja una desconexión grotesca con la realidad peruana, debido a que mientras Boluarte recibe US$10.000 mensuales, el 30% de la población vive en pobreza y el 8.5% en pobreza extrema, con servicios de salud y educación colapsados. La brecha salarial (entre su sueldo y el mínimo) profundiza la desigualdad estructural y simboliza la captura del Estado por élites políticas. Este acto agrava la crisis de legitimidad de Boluarte, quien asumió sin elección popular tras la destitución de Pedro Castillo en 2022, y cuyas investigaciones por corrupción y negligencia (como omitir designar presidente interino durante una cirugía estética) alimentan la percepción de impunidad. La violencia en protestas (como el ataque a su vehículo) es síntoma de un malestar social que trasciende lo económico: es un rechazo a un sistema que prioriza privilegios sobre derechos humanos. Comparativamente, en Ecuador o Argentina, los ajustes salariales de líderes han incluido debates públicos o recortes en contextos de crisis, no aumentos unilaterales .