A veces creemos que amar es aferrarnos con todas nuestras fuerzas,
pero el verdadero amor no siempre significa quedarte.Dejar ir también es amar…
Es mirar a esa persona a los ojos y desearle un camino lleno de luz, aunque su camino ya no sea junto al tuyo. Es entender que tus manos ya no pueden sostenerlo, que soltar no te hace débil, sino valiente. Aquí, en Soltar para Sanar, te recordamos que soltar no es rendirse, es abrirle espacio a tu paz, a tu sanación y a un nuevo comienzo.