El Centro Histórico de Quito es un tesoro de arquitectura colonial, y muchas de sus iglesias icónicas de la época aún se mantienen en pie y son visitables. Aquí te enlisto algunas de las más destacadas:
Iglesia y Convento de San Francisco: Uno de los complejos religiosos más grandes e importantes de América Latina, con una fachada imponente y un interior lleno de arte colonial, incluyendo obras de la Escuela Quiteña. Se dice que su construcción estuvo envuelta en la famosa leyenda de Cantuña. Según el relato popular, Cantuña, un indígena encargado de la obra, desesperado por no poder terminarla a tiempo, hizo un pacto con el diablo para que este y sus diablillos culminaran el atrio antes del amanecer, a cambio de su alma. Sin embargo, Cantuña, con astucia, logró engañar al diablo escondiendo una última piedra, dejando la obra incompleta y así salvando su alma. (Época Colonial)
Iglesia de La Compañía de Jesús: Considerada una obra maestra del barroco latinoamericano, famosa por su deslumbrante interior cubierto de pan de oro. Su construcción se extendió por más de un siglo.
Catedral Metropolitana de Quito: Ubicada en la Plaza Grande, es la iglesia principal de la ciudad y ha sido testigo de importantes eventos históricos. Su construcción data del siglo XVI y ha tenido varias transformaciones a lo largo del tiempo.
Iglesia de Santo Domingo: Edificada por la orden de los dominicos, destaca por su hermoso claustro, su impresionante retablo mayor y su Capilla de Nuestra Señora del Rosario, una joya del barroco.
Iglesia de San Agustín: Con un importante valor histórico, ya que en su sala capitular se firmó el acta de independencia de Quito en 1809. Posee un museo y un convento con una rica colección de arte.
Iglesia de El Sagrario: Ubicada junto a la Catedral Metropolitana, es una iglesia de estilo renacentista con una notable fachada de piedra.
Basílica de Nuestra Señora de La Merced: Una iglesia con una fachada de piedra tallada y un interior que alberga importantes obras de arte religioso, incluyendo un retablo mayor atribuido a Bernardo de Legarda.