La verdad, aprenderse los antibióticos no es tan fácil. Hay muchos nombres, grupos, mecanismos que a veces confunden, y eso lo hace complicado. Pero aun así, sé que es súper importante, sobre todo por el problema de la resistencia antimicrobiana.
Si no entendemos bien cómo funcionan y cuándo se deben usar, podemos terminar usando antibióticos que no sirven o que empeoran el problema. Por eso, aunque cueste, trato de aprenderlos bien, porque sé que en el futuro voy a necesitar ese conocimiento para mí carrera profesional al tomar buenas decisiones y ayudar a evitar que las bacterias se vuelvan resistentes.