Policía rescató en Ecuador a 11 mujeres víctimas de trata, estaban vigiladas las 24 horas
Fecha: 28 de junio de 2025
La noticia sobre el rescate de 11 mujeres, entre ellas una menor de edad, víctimas de trata en Ecuador, es profundamente impactante y nos confronta con una realidad dolorosa que muchas veces permanece oculta tras la indiferencia cotidiana, no estamos hablando solo de un operativo policial exitoso si no estamos hablando de vidas humanas marcadas por el abuso, la manipulación y el sufrimiento. Mujeres que, en busca de una oportunidad o escapando de la precariedad en sus países, terminaron atrapadas en redes de explotación que anulan su libertad y dignidad.
Lo más desgarrador es que muchas de ellas aceptaron viajar creyendo en una promesa de mejora, sin saber que esa decisión las conduciría a una prisión invisible donde eran vigiladas, amenazadas y obligadas a someterse a situaciones humillantes, la deuda económica que supuestamente debían pagar se convertía en una cadena perpetua sin escapatoria, no es solo trata, es esclavitud del siglo XXI.
Este caso debe tocarnos como sociedad, no basta con sentir lástima, es necesario que transformemos esa emoción en conciencia y compromiso. ¿Cómo es posible que estos lugares funcionen en pleno centro urbano sin que nadie diga nada? ¿Dónde están las redes de apoyo? ¿Quién mira hacia otro lado?
Celebramos el accionar de la Policía, pero el verdadero trabajo comienza ahora que es garantizar la recuperación integral de estas mujeres, ofrecerles un camino nuevo, y sobre todo, no olvidar que mientras existan personas que se beneficien del dolor ajeno, la trata seguirá existiendo. No podemos normalizar lo que es inhumano, porque cada mujer rescatada tiene nombre, historia, y derecho a vivir libre.
Como sociedad tenemos la responsabilidad de actuar, educar, denunciar y construir espacios seguros para que esto no se repita. Las instituciones deben fortalecer los mecanismos de prevención y atención con enfoque de género y derechos humanos, y sobre todo, debemos dejar de ver estos casos como algo ajeno ya que podrían ser nuestras hijas, hermanas o amigas.