1.- Salud: Se emplean gráficas estadísticas para mostrar la evolución de enfermedades, el número de pacientes atendidos, los resultados de tratamientos, o comparaciones entre grupos poblacionales. Permiten visualizar rápidamente tendencias (como el aumento de casos de una enfermedad), tomar decisiones clínicas informadas y planificar políticas de salud pública. Por ejemplo, durante una pandemia, los gráficos ayudan a monitorear la propagación del virus.
2.- Economía: Se utilizan para representar indicadores económicos como el PIB, la inflación, el desempleo, las tasas de interés o los precios de acciones en el mercado. Ayudan a entender el comportamiento del mercado, identificar patrones económicos, y tomar decisiones financieras y gubernamentales. Por ejemplo, un gráfico de barras puede mostrar la evolución del desempleo en diferentes regiones del país.
3.- Educación: Se representan datos como el rendimiento académico de los estudiantes, tasas de deserción escolar, asistencia, y resultados en evaluaciones nacionales o internacionales. Permiten evaluar la calidad educativa, identificar problemas o necesidades, y diseñar estrategias de mejora. Por ejemplo, una gráfica puede mostrar las diferencias de rendimiento entre escuelas rurales y urbanas.
Bibliografía:
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