Los números enteros (positivos, negativos y el cero) son muy útiles en Química porque nos ayudan a representar diferentes propiedades de los elementos y compuestos.
Uno de sus usos principales es en las cargas iónicas. Por ejemplo, el sodio tiene una carga de +1 (Na⁺) y el cloro de -1 (Cl⁻). También se usan en los números de oxidación, que indican cómo cambian los electrones en una reacción. Por ejemplo, el hierro puede tener +2 o +3 dependiendo del compuesto.
Otro uso importante es al balancear ecuaciones químicas, donde usamos números enteros como coeficientes. También, al trabajar con temperaturas (como -5 °C), los números negativos ayudan a describir condiciones experimentales.