Mi experiencia universitaria ha sido una etapa profundamente transformadora en mi vida. No solo adquirí conocimientos académicos, sino que también crecí a nivel personal. Aprendí a organizarme, a trabajar bajo presión y, sobre todo, a confiar en mis capacidades.
Enfrenté momentos de incertidumbre, exámenes difíciles y noches sin dormir, pero también viví instantes de alegría, logros personales y la satisfacción de superar retos. Conocí personas que marcaron mi camino: compañeros que se convirtieron en amigos, y profesores que me inspiraron a dar lo mejor de mí.
La universidad me enseñó que el aprendizaje va más allá del aula. Aprendí de mis errores, de mis aciertos y de todas las experiencias que me acompañaron en el trayecto. Sin duda, ha sido un viaje lleno de lecciones que llevaré conmigo para siempre.