¿Por qué la amnesia anterógrada permite conservar habilidades como la música mientras impide formar nuevos recuerdos?
La razón es que la amnesia anterógrada afecta principalmente la memoria declarativa, es decir, aquella relacionada con hechos y eventos (como recordar una conversación o un nombre). Esta memoria depende del hipocampo y estructuras relacionadas.
Sin embargo, habilidades como tocar música pertenecen a la memoria procedimental, que es el tipo de memoria que usamos para ejecutar tareas motoras aprendidas, como andar en bicicleta, tocar un instrumento o atarse los zapatos. Esta memoria no depende del hipocampo, sino de otras áreas como los ganglios basales y el cerebelo, que suelen permanecer intactos en personas con amnesia anterógrada.
Por eso, aunque no recuerden que han practicado una pieza musical, su cuerpo y cerebro aún conservan la habilidad para tocarla.
¿Qué avances en neurociencia podrían mejorar las estrategias de apoyo para personas con amnesia anterógrada?
Algunos avances prometedores incluyen:
1. Estimulación cerebral no invasiva: Técnicas como la estimulación magnética transcraneal (TMS) o estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS) están siendo investigadas para mejorar la plasticidad cerebral y la memoria.
2. Neuroprótesis y dispositivos de memoria externa: Aparatos inteligentes (como agendas digitales con inteligencia artificial o asistentes de voz) que ayudan a las personas a recordar citas, tareas y nombres, funcionando casi como una “memoria externa”.
3. Terapias de realidad virtual (VR): Pueden usarse para entrenar rutinas diarias en entornos seguros, reforzando la memoria espacial y ayudando a establecer hábitos.
4. Terapias cognitivas personalizadas: Usando neuroimagen funcional (fMRI) para identificar qué redes cerebrales están conservadas, se pueden crear estrategias adaptadas a cada paciente.
5. Investigación genética y farmacológica: Se están explorando medicamentos que potencien los procesos de consolidación de la memoria o regeneración de neuronas en el hipocampo.
Estos avances, combinados con apoyos humanos, pueden mejorar la calidad de vida y la autonomía de personas con amnesia anterógrada.