Jeremy es un joven de 27 años que sufre de amnesia anterógrada tras un accidente cerebral que dañó las vías neuronales conectadas con su hipocampo. Este daño le impide almacenar nuevos recuerdos, aunque su memoria lejana permanece intacta. Antes del accidente, Jeremy estudiaba derecho en Cambridge y era un destacado deportista. Actualmente, para enfrentar las dificultades de su condición, emplea estrategias de compensación, como el uso de una grabadora para registrar cada detalle de su día, que luego transcribe en un cuaderno. También organiza su vida mediante rutinas estrictas y alarmas para recordarle sus actividades diarias.
Estrategias de compensación:
1. Grabadora y notas: Documenta sus interacciones, conversaciones y actividades para suplir la memoria que perdió.
2. Rutinas estrictas: Mantiene una vida organizada y predecible, lo que le ayuda a minimizar las situaciones impredecibles.
3. Alarmas: Utiliza recordatorios para llevar a cabo tareas específicas o acudir a lugares determinados.
4. Recopilación de información personal: Toma notas detalladas sobre sus amigos y conocidos para mantener relaciones sociales funcionales.
Indagación en las estrategias
Estas estrategias permiten a Jeremy vivir de manera independiente, pero también reflejan su alta disciplina y compromiso. Sin embargo, su vida emocional y profesional se ve afectada, ya que su incapacidad para proyectarse hacia el futuro le genera frustración y sentimientos de impotencia. A pesar de esto, Jeremy demuestra resiliencia al adaptar herramientas externas para manejar una condición tan desafiante.
Preguntas sobre el tema:
1. ¿Cómo podría integrarse la tecnología avanzada, como la inteligencia artificial, para mejorar la calidad de vida de personas con amnesia anterógrada como Jeremy?
2. ¿Qué impacto tiene la falta de memoria reciente en la percepción de identidad personal y las relaciones sociales a largo plazo?