Mi amiga me escribió para decir que su perrito había fallecido. Yo quería animarla, pero no dije nada tipo “fue solo un perro”. Solo le dije: “Estoy aquí, cuéntame cómo estás llevando esto”.
Me contó todo llorando. Le respondí cosas como “Imagino cuánto lo debes extrañar” y “Fue muy importante para ti”. Me agradeció por solo haber estado y no intentar “arreglarlo”.