Una vez tuve un malentendido con mi amiga, porque durante varios días no respondió unos mensajes importantes que le había enviado y que necesitaban una respuesta urgente. Me molesté y le reclamé sin escuchar su lado. Luego decidí calmarme y preguntarle qué había pasado.
Escucha activa:
Ella me explicó que estaba pasando por un mal momento en casa y por eso no pudo contestar. Al escucharla con atención y sin interrumpir, entendí su situación y pudimos reconciliarnos.