Noboa movió a Guayaquil a jefes policiales y militares tras aumento de violencia.
Fecha:16/06/2025.
Reflexión
Es preocupante este tema profundamente una grave situación de violencia que estamos viviendo en nuestro país, especialmente en Guayaquil y la Zona 8. El hecho de que el presidente Daniel Noboa haya tenido que trasladar al alto mando militar y policial a esta ciudad, deja en evidencia la magnitud de la crisis de seguridad. Guayaquil, que alguna vez fue un centro comercial y turístico con gran potencial, hoy está marcada por el miedo, la inseguridad y la violencia extrema provocada por el crimen organizado.
La cifra de 1.585 homicidios hasta mayo de este año es escalofriante, y nos muestra cómo la violencia se ha desbordado, afectando no solo a los sectores más vulnerables, sino también al comercio y a la vida cotidiana de los ciudadanos. El narcotráfico, los secuestros y las extorsiones no solo amenazan la economía local, sino que destruyen familias, sueños y la esperanza de muchas personas. Ya no se trata solo de estadísticas, sino de vidas humanas que se pierden cada día.
Resulta alarmante que los criminales actúen con tanta libertad y violencia, como se vio en el asesinato de ocho personas en dos horas o en el caso de los cuatro comerciantes secuestrados y asesinados. Estos hechos demuestran que las bandas delictivas no tienen temor de las autoridades y que han tomado control de varios sectores urbanos. Como joven, siento tristeza, impotencia y también un llamado urgente a la conciencia social y al compromiso con nuestro país.
La violencia no se combate solo con policías y militares. Hace falta una estrategia integral que incluya educación, oportunidades de desarrollo, justicia social y recuperación de los espacios públicos. La presencia militar puede traer calma momentánea, pero si no se ataca la raíz del problema, será una solución temporal.
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