En mi experiencia, aunque la comunicación digital ha transformado la forma en que nos conectamos, existen momentos clave en los que se ve claramente interrumpida. Uno de los principales ocurre cuando hay fallas técnicas, como la pérdida de conexión a Internet, caídas de servidores o errores en las plataformas. Estos momentos nos hacen depender demasiado de la tecnología.
Otro punto crítico es la falta de respuesta inmediata. Aunque se supone que todo es "en tiempo real", muchas veces los mensajes quedan en visto o se responden horas después, rompiendo el flujo natural de la conversación.Yo que se por ejemplo al momento de hablar con tu pareja la falta de desinteres causa que no te responda rápido.
También se interrumpe cuando hay malentendidos por falta de lenguaje no verbal. Sin gestos, tono de voz o expresiones, es fácil malinterpretar una broma, una crítica o incluso un saludo. Esto crea barreras emocionales en lugar de puentes.Por ejemplo al momento de enviar un emoji o un sticker se puede llegar a mal interpretar, depende del contexto
Por último, la sobrecarga de información, como notificaciones constantes o múltiples chats abiertos, también fragmenta la atención y deteriora la calidad del intercambio.Esto puede llegar a agobiarnos y sentirnos incómodos.