Los alimentos transgénicos son cultivos modificados genéticamente para mejorar características como resistencia a plagas, tolerancia a condiciones adversas o valor nutricional, mientras que los alimentos no transgénicos o convencionales no tienen estas modificaciones. La agricultura orgánica es un sistema de producción que excluye el uso de organismos genéticamente modificados y pesticidas sintéticos, utilizando insumos naturales y certificados. Los cultivos transgénicos aprobados son tan seguros como los convencionales, pueden reducir el uso de pesticidas tóxicos y mejorar la eficiencia agrícola, además de contribuir a la conservación del suelo y el agua. Sin embargo, existen preocupaciones ambientales y sociales que requieren regulación y monitoreo. Por ello, para el país se recomienda una producción que combine el uso responsable y regulado de cultivos transgénicos con prácticas agrícolas sostenibles, para aumentar la productividad, garantizar la seguridad alimentaria y proteger el medio ambiente, equilibrando así beneficios económicos, sociales y ecológicos