En mi opinión, Ausubel nos recuerda algo fundamental: los estudiantes no son hojas en blanco. Cada uno llega al aula con conocimientos previos que influyen en su forma de aprender, y pasar por alto eso es como enseñar en el vacío. El verdadero reto del docente está en descubrir qué sabe el alumno y partir desde ahí, no para repetir, sino para construir algo nuevo y significativo. Enseñar así mejora la comprensión y le da sentido al aprendizaje, porque se conecta con lo que ya existe en la mente del estudiante.
Jana Manzano