¿Qué oportunidades y riesgos representa la IA en nuestra profesión de Relacionistas Públicos?
Considero que la inteligencia artificial (IA) representa múltiples oportunidades para los relacionistas públicos. Como por ejemplo tenemos: la automatización de tareas repetitivas como el monitoreo de medios o la generación de reportes; la personalización de mensajes para audiencias específicas; y la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos para tomar decisiones estratégicas más adecuadas. Por otro lado, las herramientas de IA pueden optimizar la gestión de crisis, identificar tendencias emergentes y mejorar la segmentación del público objetivo.
Sin embargo, también existen riesgos importantes. Entre estos se pude destacar: la posibilidad de difundir información errónea o poco verificada generada por IA. También hay preocupaciones sobre la pérdida de la autenticidad en la comunicación y el reemplazo del juicio profesional por decisiones automatizadas. Además, el mal uso de datos personales y la falta de transparencia en los algoritmos pueden dañar la reputación de las organizaciones.
¿Qué debe saber un relacionista público para usar estas herramientas de forma ética y eficaz?
Pienso que un relacionista público debe tener conocimientos básicos sobre cómo funciona la inteligencia artificial, sus capacidades y limitaciones. Por ende, es importante que como profesional comprenda la importancia de validar la información generada por estas herramientas, para que de esta manera se pueda evitar depender únicamente de ellas. También debe tener una formación en ética profesional, incluyendo principios como la transparencia, el respeto por la privacidad y el consentimiento del usuario en el uso de datos.
Asimismo, considero que es importante aprender a combinar la tecnología como una herramienta de apoyo, no como un reemplazo. Ya que, la comunicación estratégica sigue siendo una labor intensamente humana, que requiere empatía, sensibilidad cultural y responsabilidad social, cualidades que solo tiene el ser humano y que puede adaptarse a los valores de una organización.