La mediación es crucial para resolver conflictos pacíficamente en equipos y aulas, ofreciendo un espacio seguro para el diálogo y la búsqueda de soluciones conjuntas. Un mediador neutral facilita la comunicación, reduciendo la tensión y fortaleciendo los vínculos, como se vio cuando una docente ayudó a estudiantes a reorganizar un proyecto exitosamente. Este proceso fomenta la empatía y el respeto, valores esenciales para lograr objetivos sin dañar las relaciones.