La obesidad es una condición crónica cada vez más prevalente que se asocia con múltiples alteraciones metabólicas, incluyendo una importante afectación del perfil lipídico. El artículo revisado pone énfasis en cómo una intervención basada en hábitos saludables —especialmente en la alimentación— puede contribuir de forma notable a la mejora de estos parámetros, incluso en pacientes con obesidad mórbida que se preparan para una cirugía bariátrica.
El estudio incluyó a personas con obesidad severa, divididas según su nivel de adherencia a un programa de ejercicio físico. Los que participaron activamente (grupo adherente) no solo lograron perder peso y disminuir su contorno de cintura, sino que también redujeron de manera significativa sus niveles de triglicéridos. Aunque el artículo se centra en la actividad física, se aclara que los pacientes no modificaron sus patrones alimentarios durante el ensayo, lo cual resalta que cualquier mejora nutricional previa habría tenido aún mayor impacto.