Resumen del artículo
El artículo aborda las modificaciones fisiológicas inducidas por el ejercicio físico sobre el perfil lipídico y su implicancia en la salud cardiovascular, particularmente en individuos con obesidad mórbida. Desde una perspectiva bioquímica, se destaca la estrecha relación entre la alimentación, el metabolismo lipídico y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Una dieta equilibrada, caracterizada por un adecuado consumo de ácidos grasos insaturados, fibra dietética y reducción de grasas trans y azúcares simples, contribuye a mantener concentraciones plasmáticas óptimas de colesterol total, lipoproteínas de baja densidad (LDL) y triglicéridos, además de favorecer un aumento en las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Estos cambios son esenciales para preservar la homeostasis lipídica y reducir la progresión de la aterogénesis.
El ejercicio físico aeróbico regular se presenta como un modulador metabólico clave, que no solo potencia la movilización y oxidación de ácidos grasos, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina y regula enzimas involucradas en el metabolismo de lipoproteínas, como la lipoproteinlipasa y la HMG-CoA reductasa.
En conclusión, el mantenimiento de un perfil lipídico saludable en pacientes con obesidad mórbida requiere de un abordaje integral que combine la prescripción de actividad física sistemática con intervenciones nutricionales. Estas estrategias, respaldadas por mecanismos bioquímicos, permiten reducir el riesgo cardiovascular y mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.
Bibliografía:
Delgado-Floody, P., Caamaño-Navarrete, F., Jerez-Mayorga, D., Martínez-Salazar, C., García-Pinillos, F., & Latorre-Román, P. (2017). Adaptaciones al ejercicio físico en el perfil lipídico y la salud cardiovascular de obesos mórbidos. Gaceta Médica de México, 153, 781-786. DOI: 10.24875/GMM.17002894