Este estudio evaluó los efectos de un programa de ejercicio físico estructurado durante 6 meses en personas con obesidad mórbida que eran candidatas a cirugía bariátrica. Se analizaron variables como el peso, índice de masa corporal (IMC), circunferencia de cintura (CC), glucosa, presión arterial y perfil lipídico (colesterol total, LDL, HDL y triglicéridos). Aunque el estudio se centró en el ejercicio físico, se destaca lo siguiente:
No se modificó la dieta durante el programa, lo que sugiere que el ejercicio por sí solo puede generar beneficios en el perfil lipídico, aunque limitados.
La literatura citada en el artículo señala que la combinación de ejercicio + asesoría nutricional es más efectivapara mejorar el colesterol LDL, HDL y triglicéridos.
Una dieta saludable, baja en grasas saturadas y rica en fibra, frutas y vegetales, es clave para:
Reducir el colesterol LDL (“malo”)
Aumentar el HDL (“bueno”)
El artículo concluye que las intervenciones basadas en estilo de vida, que integran ejercicio y cambios nutricionales, son el pilar fundamental para el tratamiento de la obesidad mórbida y la dislipidemia.