Desde mi perspectiva como educadores, orientadores o padres, debemos escuchar con empatía y sin juicios, fomentando espacios donde los jóvenes exploren sus intereses libremente. Es esencial guiarlos en el autoconocimiento, ayudándolos a identificar sus fortalezas, pasiones y valores. Más que imponer expectativas, debemos acompañarlos en su proceso de descubrimiento, ofreciéndoles herramientas, experiencias y referentes diversos. Validar sus dudas y permitirles equivocarse fortalece su autonomía. Solo desde la comprensión y el respeto podrán tomar decisiones auténticas y significativas, libres de presiones externas