Considero que como educadores, orientadores o padres, tenemos un papel fundamental en ayudar a los jóvenes a descubrir su vocación auténtica, libre de presiones externaspodemos ayudar a los jóvenes a descubrir lo que realmente quieren estudiar brindándoles libertad, orientación y experiencias concretas, siempre desde la empatía y el respeto por su individualidad.
Es esencial que los adultos escuchemos con atención y sin imponer nuestras ideas. Muchas veces los jóvenes ya tienen inquietudes o intereses claros, pero el miedo a no cumplir las expectativas los hace callar. Escuchar activamente les da seguridad para expresar lo que realmente sienten.
Permitir que experimenten distintas áreas (proyectos, ferias, visitas a universidades, entrevistas con profesionales) les ayuda a visualizar cómo es realmente una carrera y si se alinea con sus expectativas o no.
Es importante enseñarles que no hay carreras “mejores” o “peores”, sino distintas. Hay que desmitificar ideas impuestas por la sociedad, como que solo las profesiones tradicionales son exitosas, acompañar no es controlar es abrir espacios donde el joven pueda expresar dudas, frustraciones y sueños sin miedo. El diálogo constante refuerza la confianza y facilita decisiones más conscientes.
Es esencial que los adultos escuchemos con atención y sin imponer nuestras ideas. Muchas veces los jóvenes ya tienen inquietudes o intereses claros, pero el miedo a no cumplir las expectativas los hace callar. Escuchar activamente les da seguridad para expresar lo que realmente sienten.
Permitir que experimenten distintas áreas (proyectos, ferias, visitas a universidades, entrevistas con profesionales) les ayuda a visualizar cómo es realmente una carrera y si se alinea con sus expectativas o no.
Es importante enseñarles que no hay carreras “mejores” o “peores”, sino distintas. Hay que desmitificar ideas impuestas por la sociedad, como que solo las profesiones tradicionales son exitosas, acompañar no es controlar es abrir espacios donde el joven pueda expresar dudas, frustraciones y sueños sin miedo. El diálogo constante refuerza la confianza y facilita decisiones más conscientes.