Como estudiante, pienso que lo más importante es que tanto padres, docentes como orientadores nos acompañen sin imponer. Muchas veces sentimos que nuestras decisiones están muy influenciadas por lo que los demás esperan de nosotros, y no por lo que realmente queremos. Lo que más necesitamos es un acompañamiento que nos ayude a conocernos mejor, no que nos diga qué deberíamos ser o estudiar.

También sería de gran ayuda que en los colegios se implementen espacios donde podamos explorar distintas áreas profesionales, no solo a través de charlas, sino con experiencias reales: visitas a lugares de trabajo, actividades prácticas, entrevistas con profesionales, etc. Eso nos permitiría descubrir intereses que quizás no conocíamos y tomar decisiones con más información y seguridad.

Además, creo que es clave que nos hagan ver que cambiar de opinión no es algo malo. Muchos sentimos miedo de equivocarnos al elegir una carrera, como si fuera una decisión definitiva. Pero si desde casa y la escuela se promueve la idea de que equivocarse es parte del aprendizaje, podríamos vivir ese proceso con menos presión y más libertad.