Lo primero que tenemos que hacer y que considero importante es dejar que los jóvenes se expresen sin miedo, que hablen de lo que realmente les gusta y no solo de lo que la familia o la sociedad esperan. Muchos chicos sienten la presión de estudiar carreras seguras o las que todos dicen que dan plata, pero muchas veces ni siquiera saben si les va a gustar o si se les da bien.
Lo que podemos hacer es ayudarles a pensar bien, a hacer preguntas como ¿Qué te gusta hacer?, ¿en qué eres bueno? o ¿Cómo te imaginas tu vida en cinco años?. También es bueno que tengan la oportunidad de conocer varias opciones, no solo lo que aparece en los folletos o lo que escuchan en la calle. Por eso charlas con profesionales, visitas a universidades o hacer pruebas vocacionales pueden servir un montón. Y además también se debe hacerles saber que no pasa nada si cambian de idea, que no es un fracaso empezar algo y después darse cuenta de que no es lo suyo, lo peor es quedarse haciendo algo solo porque otros lo quieren.
Lo que podemos hacer es ayudarles a pensar bien, a hacer preguntas como ¿Qué te gusta hacer?, ¿en qué eres bueno? o ¿Cómo te imaginas tu vida en cinco años?. También es bueno que tengan la oportunidad de conocer varias opciones, no solo lo que aparece en los folletos o lo que escuchan en la calle. Por eso charlas con profesionales, visitas a universidades o hacer pruebas vocacionales pueden servir un montón. Y además también se debe hacerles saber que no pasa nada si cambian de idea, que no es un fracaso empezar algo y después darse cuenta de que no es lo suyo, lo peor es quedarse haciendo algo solo porque otros lo quieren.